jueves, 6 de agosto de 2009

Detalles.

Detalles absurdos...

No logro comprender, el estar tan preocupada de las cosas que el mundo considera absurdas... extrañas.
No querer escuchar al mundo, es un escape mágico hacia la sordera absoluta, a gran volumen, olvidar que pertenezco a un mundo loco, lleno de rencores, abismos eternos y niñerías. Sabiendo de antemano el futuro de mi profesión, creyendo que siempre habrá una posibilidad de salvar a los inocentes, rescatarlos de las pesadillas de sus padres, de sus familias en general, de ese encierro podrido y discriminador por el sólo hecho de ser diferente.
Ahora reconozco aquel rechazo que de pequeña poseía... y que de una u otra manera poseo...
Después de mucho tiempo, viviendo aquel mundo de alegrías y sueños, vuelvo a despertar con mis manos atadas a mis sábanas, soñando nuevamente despierta, con la posibilidad de cambiar el mundo decadente de hoy.
Quizás deseo no tener conciencia... porque no sufriría por aquellos que buscan su propia desgracia... quizás sería feliz al no darme cuenta como la gente se ha vuelto descuidada, dejada al tiempo y al polvo pasajero del recuerdo.
Es absolutamente triste, saber que importas, pero que a su vez no. Que te quieren pero te dejan sola... Desaparecer tras el brillar de ojos de quienes me acompañen, como si fuera una sombra más del complemento de la imagen... volviendo mis ojos a recordar, buenos momentos y no largarme a llorar. Imaginando que importa mi existencia, más que un mero apoyo para proyectos o avances en masa.
Puede ser que esté cometiendo un error al responder "no me pasa nada" a quienes me pregunten... pero, ¿De qué me sirve comunicarlo a quienes no escuchan, no son capaces de leer mis páginas de vida, mis ojos, mis manos?...
Aquí estoy sentada, en un rincón de mi dormitorio, esperando a que el día se haga noche, volando sobre los cielos oscuros, soñando poder ayudar a cambiar la gente de mentalidad. Extediendo alas rojas sobre mi espalda, cansada de intentar alcanzar sueños... Siempre recordando cada día, "llegué sola, viviré sola y al igual que como llegué, me iré". Memorando que nadie vale tanto como una lágrima, como una partida hacia la desesperación, hacia el rencor,la depresión.
... Nuevamente siento la soledad en mi cuerpo...
...Fué un error creer que cambiaría ésto...

Aunque tarde o temprano, volveré a pelear contra los vientos y las olas, para así lograr soñar e intentar cumplir mis sueños. Que deprimente... tanto como lo es el mundo absurdo, tan lleno de detalles... que no creo ser capaz de ver en éstos momentos.

1 comentario:

Geraldine, dijo...

No querer escuchar al mundo, es un escape mágico hacia la sordera absoluta....me encantó....hacía mucho que no escribías....espero te encuentres bién....un beso enorme desde buenos aires...