martes, 29 de junio de 2021

Capítulo 1. Los Rollos de Amilén.

Pensaba en cómo volver a escribir. Siguen pasando cambios en la vida, ritmos acelerados o pausados, trabajo que enfrentar, miedos que procesar y dar el paso para salir de un agujero sin fondo... ¿Sobre qué podría hablar?, de lo que quisiera. Éste es mi único espacio y el pensar en todo lo que podría poner y quedar en blanco, es una situación tan incómoda como volver a confiar en mis pies y volver a caminar desde cero. 

Aquí vamos...

Estefan, un varón de treinta y tantos. Amilén una muchacha de 17 años, ¿Cómo se conocieron?, les cuento. Amilén desde pequeña, con una vista romántica de la vida, orgullosa, analítica, tímida, llega a un centro para reforzar sus estudios, hasta que llegó a una clase, sentándose en primera fila para conocer al expositor... y lo vió a él, por primera vez. Él con su seguridad, soltura y dominio de lo que hablaba, su voz se transformó (en la cabeza de Amilén) en una postura desafiante, aunque tranquila, despertando la curiosidad de nuestra chica. 

Para Amilén, era alguien curioso, con un dejo simpático, pero con un muro gigante para poder acercarse y conocerlo mejor. Pasaban las clases y por alguna razón, para ella, sus clases con él eran las más intrigantes, entendía bien lo que decía al exponer y recordaba cada clase. Sin darse cuenta, podía soltar su vista y apreciar cada detalle de él. Su cabello castaño, su piel, sus ojos café, tan comunes, pero sólo ésos ojos volaban en la imaginación, con una ansiedad que pocas veces pudo experimentar. 

Estefan, siempre enfocado en su trabajo, inteligente, reservado. Llegaba siempre puntual y podía percibir el interés de muchas chicas que lo buscaban. Por alguna razón ignoraba la mirada curiosa de Ami y para ella no era problema, mientras lo viera por los pasillos a paso raudo, con sus brazos cargados de apuntes. 

Ella quería conocer su porte (estatura , mal pensad@s) y antes de su clase, se detuvo mirando el folleto del instituto.. Decía lo mismo que ella ya había leído cientos de veces, pero ésta vez lo miraba con calma y revisando de reojo como sus compañeros subian a clase y no lo veía. En un segundo, leía por enésima vez lo que decía: "participa en los tutoriales de refuerzo para la gran prueba..", cuando siente que en un escalón más abajo que ella, mirándola fijamente estaba Estefan, en silencio. Ami volteó para verlo, no podía calcular su porte, pero esos instantes, ella sintió una corriente por todo el cuerpo. Apenas podía contener la respiración, finalmente él la había notado, sabía que existía y de forma amable la invita a ingresar a la clase. Emprende la marcha al salón, busca un puesto y se sienta, algo ruborizada pero con el rostro rígido, intentando que nadie y mucho menos él notara como sus hormonas se alborotaban. Comienza la clase.

Cada clase disfrutó, incluso mucho antes de clase o después, se quedaba sentada en el suelo, mirando cada vez que pasaba y en uno de sus cuadernos, dibujaba cada detalle.. su cabello, su espalda, sus piernas, sino eran poemas sencillos, pero llenos de una nostalgia, una pena de no ser fuerte y decirle "hola". Pero Él se acercaba como buen cometa, una vez a las mil veces, cada segundo eran diez poemas, su aroma se transformaban en seis dibujos con gran detalle y mil suspiros, con el reproche implicado de no tener el valor de acercarse. 

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