Tener aquella esperanza de que las cosas se "arreglen"... ¿De qué sirve?...
Aunque quisiera que pasaran años, el tiempo se toma su ritmo y no me deja sellar las heridas que por pena y una obsesión me hice.
¿Volver a empezar?... ¿Retomar lo que quedo ahi?... No logro aceptar que todo haya terminado así, una sinfonía con tonos graves o una pintura de óleo terminada con témperas... mi orgullo deja mi historia con un final inconcluso... pero mi alma busca un final armónico...
Es triste volver a ver un kimono sin flores y sin color.
...Intento dejar cerradas las alas de mis lágrimas, encontrando aquella concordancia con que su felicidad es mi felicidad... Pero... ¿Qué hago si me hace falta aquí?... ¿Cómo borro tan lindos recuerdos con mis dedos y escribo en su lugar tristeza, para olvidarlo como un mal pasar y que como las piedras, debo dejarlo a un lado?... No puedo obviar lo que ha pasado... Buenos momentos, ¿por un final mal acabado?... Si tuviese malos recuerdos, podría lograr olvidarlo... Pero tengo memorias dulces... unos soplos sutiles que me hacen recordarlo cada mañana... cada Sábado, donde podía ver su rostro tras el reja de mi casa... con ojos sutiles... El sentir su aroma cada vez que lo abrazaba... y su latido... un compás que calmaba los miedos del día.
¡Que nostalgia!... ¿Como poder evitar recordarlo si aún recuerdo sus brazos delgados y su espalda ancha?...
... ... ... ...Hoy vuelvo a llorar... ... ... ...
A ojos hinchados... miro al cielo que nubla mis recuerdos... pero que con el sol brillan en mi pecho... refrescando una esperanza de volver el tiempo atrás... de volver a estar a su lado...
...Pero la realidad es otra, una absurda y relativa realidad...
¿Que debo cambiar en mi cabeza como para olvidarlo?... A salario tengo calmantes en mi cama, calmando mis sábanas antes de recibir la lluvia... Techado un dormitorio estrellado y llueve mientras despejo mis ojos del maquillaje y de la hinchazón de mis pupilas.
Despertando cada mañana... anhelando lo que me hubiese gustado...
Soy una verdadera imbécil por querer como quiero... y porque sigo queriendo...
Sandra Jorquera Quiroz