Reconocer los propios errores es un trabajo constante, ya que siempre estaré con ese dejo a dudas... ¿estaré bien?.Es increíble como una simples fiestas me presentaran las primeras preguntas...
...¿mi peso absurdo de rencor, será hereditario?, ¿habré adquirido aquel veneno que sólo yo tomo a diario y que a el resto los hago sentir a distancia?...
No puedo evitar la distancia esteparia con el mundo, mi cuerpo ha cambiado y yo no me he dado cuenta... aunque tengo filosofía de vida armada, ya que respeto al mundo como es, pero si veo un detalle el cual yo pueda cambiar... haré lo que pueda, si aquellos no hacen caso... déjalos, y vela por ayudarlos si lo quieren así... ¿Por qué demonios debo aguantar o hacer oídos sordos a ataques del mundo?... ¿o seré yo la que los imagina?... no entiendo.
Me he vuelto más silenciosa...
...El poder gritar lo que llevo dentro, sería el apocalipsis de mi historia... hay secretos que nadie sabe... y yo sigo llorando por ellos... pretendiendo ser feliz con careta incluída y suspirar callada antes de decir algo... reventando a veces frente a los demás, mal que mal... me dan igual... 
Pero sigo pensando en todos, aunque busco una última puerta de escape al sótano en que he estado viviendo... no me atrevo a decir lo que sucede, porque temo mostrar debilidad, locura, irracionalidad, inutilidad... no soy la de antes... ya no.
Ahora, pienso en cada palabra... seguiré cazando mis sueños... y los pondré en mi pata resguardándolos del frío de mi culpas... que a juzgar por mi paso cojo... puede ser que me los lleve a la tumba... ¿Qué sucederá en realidad conmigo?...Excelente pregunta...
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