miércoles, 2 de enero de 2008

Diferencias...

Nosotros... escuchamos música de todo tipo... desde el pop hasta el rock más extravagante... ellos... escuchan cumbias y rancheras de hace más de 15 años. Acá, nos preocupamos por una carrera estudiantil y futuras inversiones en la bolsa... allá, sólo se sienten realizados al terminar el cuarto medio y su única meta siguiente es sacar una licencia de conducir. En este mundo, nos encerramos tras murallas inmensas de concreto, con una pantalla o leyendo un libro... En aquel mundo, estan encerrados dentro de eternas paredes de paisajes, con no más que la música de las aves al pasar o leyendo las nubes intentando saber si lloverá. Estas tierras estan plagadas de vehículos y buses sobre cemento delimitado por líneas blancas... aquellas tierras, están inundadas de caminos de tierra donde solamente dos veces al día pasa un bus y esporádicamente automóviles se dignan a recorrer aquellos parajes, no habiendo más límite que rejas de palo con alambres a ambos costados del camino.

Aquí, en tiempos de vacaciones... algunos vagan, otros trabajan en pizzerías y multitiendas... Allá, todos los jovenes se desempeñan como temporeros, ya sea recolectando frutillas o tomates. En nuestro tiempo... en aquellos momentos de fiesta que son los dias viernes y sábado por la noche, disfrutamos de música electrónica y un "ron-cola" o un "wisky" con ropas a la moda y bares tapizados de lujos... en esos tiempos, las fiestas son cada noche después de un rodeo o un partido de futbol, con grupos locales de música nativa del lugar... cumbias y rancheras... cada participante de la fiesta con una cerveza traida del mundo urbano a un precio tres veces más alto o una bebida marca "especial" con pisco de pueblos que ya nadie conoce; la ropa... lo más común y decente posible...

Los hombres de acá... pantalones caídos o ajustados con poleras anchas con marcas que ni los mismos dueños entienden o con clásicos polerones con gorro anchos; los zapatos o zapatillas de marca o de otras que emulen las originales de marca... los varones allá, con sandalias de goma de neumático o zapatillas rotas por tantos años de uso; los pantalones desteñidos y parchados por haberse enganchado en alguna reja por algún lugar, siempre con una camisa amarrada a la cintura y remangada, desteñida también por el sol y el sudor, más un sombrero de paja en proceso de desarme.

Las mujeres de aquí... con mini y pantaletas, poleritas y petos escotados; cabellos teñidos y arreglados y maquillaje delicadamente encendido... las damas de aquel lugar... con faldas de epocas prehistoricas o hechas a mano con tela antiquísima, con una blusa ancha y manchada con tierra mas condimentos del momento que estuviera preparando comida y su pelo amarrados con una trenza o un moño tipo tomate, sin maquillaje alguno más que el brillar de los propios ojos.

Existen muchas diferencias entre estos dos mundos... entre la vida en la ciudad y la realidad del campo...

¿Qué cosas no?

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